Ayer abrieron las puertas del infierno
Se tiñeron de rojo los azules charcos
Desplazaron los vientos
y minaron los esfuerzos de los viejos
apuraron la brasa de la noche
para quemar el brillo del zaguero
y repitieron palabras a la capa
de la tormenta gris de los esteros
y se pusieron palabras en la boca
en la miel, la sien y el cielo
repitieron mil veces nada
y terminaron grabando hacia lo lejos
el mirar seco de los pájaros
para luchar detrás de lo que creo
y no hay mas turba que quemar
en la ciudad que nada tiene ya de bueno.